Reine, es uno de los pueblos más bellos de Noruega. Ven a disfrutar de sus tierras salvajes donde se juntan el mar, las montañas, los fiordos, los hielos y las tradicionales cabañas de madera. Y sin embargo, cuando llegan a Reine no dejan de maravillarse con la belleza de este rincón remoto de este país.

Cómo llegar a Reine, Noruega

Hemos dicho que Reine es un rincón remoto. Y así es. Está lejos de la Noruega continental, concretamente, en el archipiélago de las islas Lofoten, prácticamente a la altura del círculo polar ártico.

“Pese a su ubicación geográfica, la meteorología, aunque dura, no es tan inhumana como podríamos pensar, ya que las corrientes marinas hacen que las islas disfruten de un peculiar microclima que favorece la vida en el lugar”.

Por otro lado, la distancia al continente hoy en día es fácilmente salvable gracias a los vuelos que despegan desde Oslo hacia ese archipiélago que, además, dispone de buenas carreteras para llegar hasta Reine. Y no solo se llega volando, este lugar es una parada cada vez más habitual en los cruceros que recorren la costa y los fiordos de Noruega.

El alojamiento en Reine

El paisaje montañoso, el mar y los cielos de Reine siempre proporcionan una foto preciosa. Pero la guinda son las cabañas rojas y de madera que se disponen a orillas del agua y desperdigadas por las inmediaciones. Esa es la nota distintiva de este destino tan especial.

Pues bien, esas cabañas no solo son la vivienda tradicional los habitantes del lugar. Unos pocos centenares también son los hospedajes que os esperan a los turistas.

Estas cabañas se llaman rorbuers y son las típicas cabañas de pescadores que ha habido aquí siempre. Pero ahora, con la afluencia masiva de visitantes, también se alquilan para pasar aquí una noche. La verdad es que la experiencia merece la pena y es un lugar tremendamente acogedor.

Más cosas que hacer en Reine

Fotografiar esos secaderos de pescado, los rourbers y las vistas de las montañas reflejadas en el mar es algo que sí o sí haréis en Reine, además de pasear un tanto atontados ante un paisaje tan estremecedoramente atractivo. Y seguro que durante ese paseo comenzáis a pensar sobre lo idílico que es este sitio, pero lo dura que tiene que ser aquí la vida, sobre todo, la soledad que se respira.

Pero, más allá de las reflexiones y las fotos, hay más cosas que hacer en esta bella localidad de Reine en Noruega. Una de ellas es disfrutar de un pequeño trekking y subir hasta la parte alta de la montaña Reinebringen. Si buscabais una panorámica que las Lofoten que os dejará boquiabiertos, este es el lugar.

Otro deporte que puedés practicar es remar en kayak por el fiordo de Reine hasta llegar a un curioso lugar que se llama Å y se pronuncia ‘o’. Es una aldea de pescadores con un interesante museo etnológico que muestra toda la crudeza y también la riqueza de la vida tradicional en estas tierras tan remotas, tan salvajes y, al mismo, tiempo tan hermosas.