Rafael Márquez se sienta en una mesa aparte cuando se habla de grandes futbolistas en la historia del balompié en México. El nacido en Zamora, Michoacán, no tenía previsto lo que lograría en su carrera deportiva que duró casi dos décadas y mucho menos cómo la continuaría en el retiro: como director técnico del Barça Atlètic, filial del Barcelona, el equipo que lo llevó a la gloria y la inmortalidad.

‘El Káiser’ estará al frente de este conjunto de juveniles promesas que juega en la tercera división de España, con un contrato que caduca en 2024, marcando un hecho histórico para un mexicano, como el primero con esa nacionalidad en fichar con los culés y en dirigir un equipo de ese club.

La historia que lo cambió todo

Rafa Márquez inició su carrera en las fuerzas básicas de los Rojinegros del Atlas. Luego de pasar por categorías inferiores, Ricardo Antonio La Volpe le dio la oportunidad de debutar en el primer equipo a los 17 años de edad y a partir de ese momento su despunte fue ascendente. Con los Zorros fue parte de un equipo plagado de jóvenes promesas en las que destacaban: Daniel Osorno, Juan Pablo Rodríguez, Pavel Pardo y el mismo Márquez. Aquella camada llegó a dos semifinales en los Torneos Verano e Invierno de 1998, para después caer en la final ante Toluca en el Verano 99.

La calidad del michoacano era evidente y Ricardo La Volpe lo sabía desde el principio: “Cuando yo vi a Rafael Márquez era un central diferente a los demás. Tenía una gran salida de pelota y una pegada espectacular”, expresó La Volpe en Fox Sports. Sus actuaciones en La Academia le valieron para ser llamado a la Selección Mexicana, dirigida en ese entonces por Bora Milutinovich.