Con propulsión híbrida, nuevo chasís, nuevo motor y nueva suspensión, el Artura es la puerta de entrada al futuro de la marca.
Hasta el momento y a grandes rasgos los carros de McLaren eran básicamente versiones y extensiones de una misma base, compartiendo chasís, motor, transmisión y suspensión con reglajes particulares. Con la llegada del Artura, sin embargo, esto cambia, pues se trata de un vehículo totalmente nuevo que marca el inicio de una nueva era para este fabricante.

El nuevo chasís, que McLaren había mostrado desde el año pasado, está hecho en cuatro subtipos de nuevos materiales y fibra de carbono e incluye las áreas de protección para los pasajeros y las baterías. La mayoría de los paneles son en aluminio y la meta de no sobrepasar las 1.5 toneladas se logró cumplir a ras: el McLaren Artura pesa 1.498 kg.
Lo cual es todo un logro teniendo en cuenta que se trata de un híbrido. El nuevo motor de combustión es más pequeño que el V8 twin turbo de 4.0 litros de antes, pues es un 3.0 litros V6 a 120°, ángulo que permitió ubicar allí unos múltiples de escape más cortos y de la misma medida para reducir el lag de los turbos al máximo. Por su parte, el motor eléctrico es una unidad de flujo axial en forma de disco que se ubica dentro de la carcasa del embrague.

Al girar con el cigüeñal, los 94 caballos del motor eléctrico se pueden sumar a los 577 caballos del motor de combustión para una potencia máxima de 671 caballos. No sucede lo mismo con el torque, debido a que las 166 lb-pie que entrega el eléctrico son inmediatas, a diferencia de las 431 lb-pie de torque del de combustión que se alcanzan más arriba.
Otra de las labores del motor eléctrico del Artura es que se encarga de la reversa, simplemente gira en sentido contrario y la transmisión tiene ocho relaciones. Es decir, las mismas que la transmisión de siete velocidades que venían usando los demás McLaren, pues la octava que se agregaba era la reversa que ya no tiene la nueva.

Para recargar el motor eléctrico el McLaren Artura se puede hacer principalmente por medio de una toma externa, es decir que es un híbrido enchufable, y en dos horas y media podría recuperar hasta el 80% de la carga. También se puede hacer por medio de los modos de manejo pero no tiene frenado regenerativo porque McLaren no quería perder la respuesta del pedal. En modo eléctrico, la autonomía es de hasta 32 km.
Todo esto sin duda suena muy bien, pero a fin de cuentas se trata de un McLaren y por lo tanto hay que hablar del desempeño. Siendo el primer modelo de esta nueva generación, el Artura será el modelo de entrada y reemplazo directo del actual 570S al que superará fácilmente. Los 100 km/h llegan en 3 segundos, el cuarto de milla se completa en 10.7 segundos y la velocidad máxima es de 330 km/h. Y repetimos, estamos hablando del modelo de entrada.

Más allá de eso y de que la impulsión sea trasera, la dirección hidráulica y no de asistencia eléctrica, que el diferencial sea electrónico, los frenos sean carbocerámicos de seis pistones y el nuevo diseño haya sido definido por la aerodinámica sin dejar de lado la estética, la mayor tarea del McLaren Artura seguirá siendo convencer a los clientes de Ferrari e incluso Porsche de que aquí la pasarán mejor.
¿El precio de todo esto? Las órdenes para el McLaren Artura ya están abiertas, el precio arrancará en $225.000 dólares (más lo que se emocione cada quien en el configurador) y las primeras entregas están previstas para el tercer trimestre del año.