La UEFA ha decidido cambiar la sede de la final de la Champions League, que se jugará finalmente en el Estadio de Francia (Stade de France), en el barrio parisimo de Saint-Denis, y no en la ciudad rusa de San Petersburgo, como estaba inicialmente programado. La decisión fue tomada en una reunión de urgencia, que se produce un día después de que Rusia comenzara la invasión de Ucrania.

El cambio de sede de la final de la Champions se ha adoptado tras una reunión extraordinaria del Comité Ejecutivo de la UEFA para valorar la situación en Ucrania, después del inicio de la ofensiva militar por parte de Rusia. En este encuentro, el máximo organismo del fútbol europeo también decidió que los clubes y las selecciones nacionales rusas y ucranianas que compiten en competiciones UEFA deberán jugar sus partidos en casa en sedes neutrales hasta nuevo aviso.

Esta determinación afecta sobre todo al partido del Spartak de Moscú en la Europa League, pero, de momento, no al de repesca para el Mundial 2022 entre Rusia y Polonia previsto el 24 de marzo en Moscú, un encuentro que depende de la FIFA.

Como se recordará, la final de la Champions estaba inicialmente programada para el próximo 28 de mayo en el estadio Gazprom Arena de San Petersburgo.

Conocido también como el Estadio de Francia, Saint-Denis, en las afueras de París, ya albergó la final en 2006, en la que el Barcelona derrotó al Arsenal. También la de 2000, en la que el Real Madrid se impuso al Valencia, un estadio con capacidad para 80.000 espectadores.