Con más de 1.600 clubes a lo largo del archipiélago, el bádminton desata pasiones en Indonesia, una de las potencias mundiales de este deporte con el que ha conquistado las únicas 8 medallas de oro en su palmarés olímpico.
Como hacen con cada competición, los fans indonesios seguirán con avidez el Campeonato Mundial que se celebra en la ciudad española de Huelva (sur) del 12 al 19 de diciembre para saber si algunas de sus estrellas, como Greysia Polii y Apriyani Rahayu, se hacen con algún título.
Muchos también conocen a la española Carolina Marín, que en Indonesia ganó el Campeonato Mundial de Bádminton en 2015 y quedó finalista en el Abierto de 2019, cuando tuvo que abandonar la final por lesión cuando iba ganando, y de 2020.
Aunque nacido en Inglaterra, el bádminton cuenta con un seguimiento multitudinario en países como China, Indonesia, Corea del Sur y Japón, cuyos jugadores ganan la mayoría de los torneos internacionales.
Del patio trasero al estadio
El interés por este deporte en Indonesia, que llegó al archipiélago antes de su independencia en 1945, se vive en los patios traseros, parques y estadios donde personas de todas las edades, sexo y situación económica lo practican.
“Cada vez más personas, desde niños a adultos, están interesadas en el bádminton. Muchos residentes juegan en las calles, en los callejones, en pistas cubiertas o al aire libre”, explica Deri Destan, de la Asociación de Bádminton de Indonesia (PBSI, en sus siglas en indonesio).
Una de las razones de la popularidad del bádminton es que el equipamiento, incluidas las raquetas y las plumas, son asequibles y no se requiere un gran espacio para jugar. “La demanda de equipamiento de bádminton se ha incrementado rápidamente. Las tiendas de bádminton están llenas de aficionados que quieren comprar raquetas, zapatillas, camisetas, etc”, apostilla Destan.
Algunos lo practican en callejones usando una cuerda como red o incluso sin red, todo vale con tal de un rato de diversión golpeando el liviano volante de un lado a otro. “Mucho antes de la independencia, muchas ciudades en (la isla de ) Java como Yakarta, Bandung, Cirebon, Semarang, Solo, Yogyakarta, Malang y Surabaya tenían clubes de bádminton”, asevera el representante de la PBSI.
Destan señala que la asociación nacional fue creada en 1951 y siete años más tarde Indonesia ganó en Singapur la Copa Thomas, equivalente a la Copa Davis en Tenis, el primer éxito deportivo internacional.
Palmarés Indonesio
Indonesia es el segundo país que más campeonatos mundiales de la Federación Mundial de Bádminton (BWF, siglas en inglés) ha ganado, con 23, después que China, que ha logrado un total de 66. Según la BWF, los indonesios Marcus Fernaldi Gideon y Kevin Sanjaya Sukamuljo lideran la clasificación de los dobles masculino, su compatriota Anthony Sinisuka Ginting está en quinta posición en la tabla de individual masculino y las indonesias Polii y Rahayu son sextas en dobles femenino.
En los Juegos Olímpicos, los deportistas indonesios han logrado 21 medallas, 8 oros, 6 platas y 7 bronces, así como 48 victorias en el All England, 14 en la Copa Thomas, 3 en la Copa Uber (la versión femenina de la Thomas) y una Copa Sudirman.
La pandemia de la covid-19 supuso el cierre de estadios y clubes en el archipiélago, pero las autoridades han empezado a relajar las restricciones y recientemente el estadio Gelora Bung Karno de Yakarta estaba lleno de gente jugando al bádminton. Este deporte es también una atractiva carrera para aquellos que llegan a profesionales.
Los atletas profesionales ganan de entrada unas 30.000 rupias indonesias (unos 2.000 dólares o 1.800 euros), un salario inalcanzable para muchos indonesios, según los datos de la Asociación de Bádminton indonesia. Conforme aumentan su palmarés, pueden llegar a ingresar miles de millones de rupias indonesias al año debido a los patrocinios, sin incluir los ingresos por las victorias en los campeonatos.
“Hay 1646 clubes de bádminton y 45.559 jugadores registrados con la PBSI”, señala a Efe el portavoz de la Asociación de Bádminton indonesia, Broto Happy. Los mejores entrenan en el Centro de Entrenamiento de Cipayung en Yakarta, donde la propia Carolina Marín pasó dos temporadas en 2013 y 2015.
“Marín, te echo de menos, soy uno de tus fans de Indonesia”, escribió recientemente un internauta indonesio en Twitter en respuesta a una entrevista con Efe compartida por la propia jugadora española en la red social.